Change we should believe in.

Obviamente estoy parafraseando aqui. La frase que hizo famosa Barack Obama durante su campaña era originalmente "change we can believe in".

A veces me dan ganas de regresar a Guate, y vivir la vida suavemente. Sin embargo, hoy, viendo una foto de un congreso de ciencias economicas en Xela, en el cual mi papa fue la estrella, me llene nuevamente de energia para seguir.

Nuevo Progreso es un pueblo pequeño, alejado del resto del país, y hasta hace apenas unos años, parcialmente incomunicado por una carretera que presentaba mas desafios que beneficios. En ese pueblito, vivia un hombre, que junto a su esposa se dio a la tarea de criar a todos sus hijos, y darse el lujo de "pepenar" otros mas. Don Luis Diaz Calderón. A pesar de su humilde oficio de herrero, logro con exito la dura tarea de criar a mas de diez hijos propios y adoptados. Como no conozco la historia de muchos, solo puedo contar la de uno. Mi padre.

Mi padre, en ese pueblo que a pesar de ser tan lindo, hasta el dìa de hoy, parece haberse quedado estancado en el tiempo, tuvo un sueño. Un sueño de ser más, de tener más. Un sueño que iba más alla de "sus limites".

Asi que se fue, con escasos centavos en la bolsa, y con la mirada puesta en el objetivo. A base de muchos sacrificios y algunas mas penas, se hizo parte de la sociedad. Rompiendo algunos estandares que todavia los quetzaltecos mantienen. Sus mejores amigos de ese tiempo, eran "los del liceo". Despues se enrolo en la universidad, y siguio avanzando en su sueño. Despues de varios años y de mucho esfuerzo, se vio del otro lado del mar, estudiando postgrados y otros.

Al igual que yo, mi papá descubrío más tarde en su vida lo que realmente le gustaba hacer. La academia. Y asi, fue escalando hasta llegar a donde esta hoy. La cabeza de la facultad de economía de las facultades de Quetzaltenango de la Universidad Rafael Landivar.

Mucha gente podrá preguntarse, cual es la dificultad en esto, y les voy a decir: Toda. Dada la historia. La Universidad Rafael Landivar, es una universidad privada y jesuita, y por lo tanto, un circulo impenetrable para cualquiera que no sea religioso, o poderoso. Es un mundo opuesto completamente a aquel en que mi padre vivia en los 60´s. Tampoco es el alma mater de mi padre, pues la de el es la Universidad de San Carlos de Guatemala. La universidad estatal de Guatemala, famosa en los circulos landivarianos, por su aficion a destruir la propiedad privada, llamar a la anarquia y la revolucion, y por sus tradiciones de extorsion y vandalismo.
Ademas de esto, es un circulo viciado por la corrupcion y el trafico de influencias. Cosas que mi papa carece. Ni se le puede tachar de corrupto, y desafortunadamente para él, sus influencias no son precisamente las mejores (aunque debo mencionar, que son excelentes amigos, y eso vale mas).

Entonces, ¿cómo fue que alguien como Manolo Vidaly Diaz Solís pudo entrar y hacerse camino en este circulo? La respuesta es sencilla. Cambio. El cambio es todo. Y no le tuvo miedo al cambio. Porque (y hasta Newton estaba de acuerdo en esto...) si no se cambia la fuerza aplicada a un objeto en reposo, este no se movera nunca. Y mi papá sabia que la unica manera de avanzar era cambiar. Y fue asi que dejo a su pueblito, con todo y que es bonito. A su familia, con todo y que es muy bonita. A su padre, con todo y que es todo para el. Y tuvo exito. Y lo seguira teniendo.

Y mi abuelo, podrá a veces no entender exactamente que es lo que hace mi papa. Y podra no recordar el nombre de los hijos de mi papa. Pero algo si es cierto. Nadie le quita el orgullo de saber que su hijo es un hombre de exito.

Asi que a mi padre, mil gracias por darme la inspiracion para seguir echando punta lejos de mi tierra, y sobre todo, para no tener miedo a cambiar.

Change we should believe in, es una traduccion sencilla. Creamos en el cambio. Pues es en el cambio, en el que deberiamos de creer.